¿Nos tomamos un café?
Buscando una explicación al porqué de ésta cuarentena nacieron las ganas de conversar con ustedes sobre la historia de Narela. Les doy la bienvenida con éstas cortas, pero sinceras, líneas a la sección “Café con Amigos”. Sin duda tomar un café con nuestros amigos, familia y seres queridos, es de los momentos que más extrañamos de nuestro pasado y ahora, tan valorado día a día. Aunque hoy no podamos conversar uno al lado del otro, nada nos impide percibir y compartir emociones a través de historias y sueños redactados, que con igual fervor buscan ser escuchados.
Mi pasión por escribir es algo que, debo admitir, en tiempos de pandemia he podido redescubrir. Llevaba más de diez años sin hacerlo con semejante emoción, sentarme a hilar ideas sin del tiempo tener noción. La diferencia es que hoy les vengo a contar sobre un mundo mágico que conocí un par de años atrás y cuya inmensidad no imagine jamás. El seguir inmersa en él, me permite fortalecer mis ganas de invitarlos a conocer lo grandioso que puede ser. Y es así que una taza de café no es sólo la excusa para conectarnos sino también el motivo para reencontrarnos.
Reinventemos la hora del café y convirtamos estos días en casa, los cuales sólo parecen reducirse a horas, en un espacio para imaginar que nos reímos y lloramos juntos. Espero disfruten cada palabra de ésta sección tanto como lo haré yo.
Bienvenidos a “Café con Amigos”, un viaje que los llevará a sobrevolar esta misión que intento construir y busco alcanzar. Conocer todas las aristas que componen y encienden la pasión por lo bueno, lo nuevo y lo nuestro en el increíble mundo del café peruano.