Hablemos de café
Tomo café desde que ingresé a la universidad. En esos tiempos lo hacía para poder resistir las amanecidas o aguantar largas horas de estudio; sin embargo, no lo disfrutaba como bebida. Todo cambió cuando conocí el café de especialidad, entró a mi vida cuando realicé prácticas pre-profesionales ya hace unos años en la provincia de San Ignacio, Cajamarca.
Desde ese momento entendí que detrás de un grano de café de especialidad se encuentra una familia caficultora cuyo medio de subsistencia son los ingresos producto del cultivo y venta de este grano, tanto en el mercado nacional como internacional. Asimismo, pude conocer las diversas variedades y presentaciones de café con las que cuenta nuestro país, lo que permite amoldar este grano para todos los gustos, situaciones de la vida personal y profesional. Luego, investigando más, descubrí también los múltiples beneficios para la salud este nos brinda.
En dicha experiencia también aprendí sobre las diversas técnicas que se han venido traspasando a través de las generaciones en las comunidades donde se cultiva el café. En este sentido, un reto que tenemos es el de valorar adecuadamente la producción de esta bebida tan necesaria y beneficiosa para muchos de nosotros. Gracias a esta vivencia es que conozco tan bien al café de Narela, tuve la oportunidad de introducir a mi gran amiga Andrea a este mundo del café, incluso he podido acompañarla en algunas de sus travesías y en el proceso por el que está pasando como emprendedora. Se que quedó igual de asombrada que yo al momento de vivir de cerca la producción de café y todo lo que ello implica. No cabe duda de que el café de San Ignacio, ¡es riquísimo!
Ya viendo el café como una de las rutas que tiene el país para el crecimiento económico, así como lo es en países vecinos como Colombia, se espera que el incremento de la valoración aumente la demanda. Lo que con políticas públicas adecuadas podrá permitir una mejora en la calidad y cantidad de la producción y a su vez aumentará la demanda interna y las exportaciones de café, beneficiando a los caficultores y a la población en general.