Mi tercer lugar

Un buen café filtrado es mi bebida del día a día y las cafeterías, mi tercer lugar. Fuera del hecho que mi casa nunca fue un ambiente para trabajar, dado el rubro en el que me encuentro y mis motivaciones intrínsecas por siempre hacer “un poquito más”, muchos de mis fines de semana se han resumido en pasarla trabajando o estudiando en cafeterías.  Al inicio era netamente eso: ir, pedir toda la variedad de cafés que tengan y quedarme en mi spot desde que abran hasta que cierren el local (muchos de mis amigos pueden confirmar esto).

En algún momento de mis visitas a cafeterías y de tanto probar café de aquí y de allá pues era natural que me dé curiosidad saber un poco más sobre lo que estaba tomando, sobre qué hacía distinto un café del otro. Así, tuve que salir un poco de mi zona de confort (soy muy tímida – aunque no parezca) para ir sacando información de a cucharas sobre cuáles eran esas cosas que hacían especial a los cafés que brindaban. Y bueno, hoy en día sigo sin saber sobre café, honestamente. Puedo decir que ya sé más que un consumidor promedio, pero no llego a ser una experta en el café.

A lo largo de estos años he adquirido muchas cosas gracias al café, y me siento muy agradecida por ello. Para empezar, nuevas amistades. Aquí me gusta contar la historia que, durante el 2019, cuando estaba en transición por irme a trabajar a Chile fui por un mes entero a la misma cafetería, todos los días, de 9am hasta las 6pm. Pedía como 3-4 cafés (más sus complementos), hasta celebré mi cumpleaños y los de la cafetería me saludaron y todo. Después de mi intervención por 30 días consecutivos, eventualmente nos hicimos amigos, continuamos hablando de café, y puedo decir ahora que esas amistades inesperadas fueron puente para conocer un poquito más sobre el mundo del café. Luego de ese mes, me fui a un coworking, pero continué yendo a buscar la dosis de café del día porque seguía muy cerca. Gracias a estos nuevos vínculos, empecé a conocer a más personas que trabajaban dentro del rubro, cada una compartiendo un poco su visión sobre lo que es el café. 

Después de las amistades, gracias al café llevo una cuenta de Instagram donde intento mostrar cómo percibo el mundo del café desde mi óptica de consumidora y de joven investigadora. La Coffeenomista (Coffee + economista, bien creativa yo jajaja), es un espacio donde sigo aprendiendo más sobre el rubro, sobre las problemáticas y oportunidades que visualizo, y lo más importante, es que me permite ayudar, aunque sea un poquito a hacer visible qué significa el café para mí y para los actores del café.

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Por último, pero no menos importante, es que el mundo del café me ha dado muchos terceros lugares; ese espacio que no es tu casa y no es tu oficina, sino es un lugar al que vas para echar risas con los amigos, trabajar, o cualquier otra cosa acompañándolo siempre con la variación de bebida que más te guste (y un alfajor/canelé). No saben cuánto me gusta visitar cafeterías y cuánto extraño poder ir y pasar el día con el ruido de la máquina de espresso, las playlist musicales, la gente que va y viene, las historias que uno conoce y las amistades.

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Gabriella Wong

La Coffeenomista

 
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