Retomando el café

Una de las cosas que más me ha costado de toda ésta cuarentena, es aceptar que no tenemos control sobre lo que pasa y acostumbrarme a vivir con una gran incertidumbre.  Dejar ir los planes que tenía (viajes, compras, estudios) y adaptarme a ésta nueva forma de vida. Las primeras semanas fueron duras, adaptarme a la nueva forma de trabajo, lograr una dinámica con mi familia,  organizar las compras y los almuerzos, aprender cómo limpiar un baño (lo acepto, no sabía cómo hacerlo antes).  Sentía que había perdido el control de todo y eso me llevó a sentirme todavía más perdida.

Un día me acordé de una conversación que tuve con mi psicóloga hace algunos meses y recordé que hay cosas que ciertamente no podemos controlar, pero también hay pequeñas actividades que sí dependen de nosotros, actividades que nos pueden dar cierto nivel de seguridad y paz.  Así que hice una lista de las cosas que dependían de mí y que me daban cierto bienestar.  Cosas pequeñas y que a algunos les podrían parecer tontas, como ponerse perfume todas las mañanas, pero detalles que te pueden cambiar el chip.

Es así como con ésta pequeña lista, comencé a bañarme todos los días (admítanlo, más de uno no se ha bañado más de un día en ésta cuarentena) y tender mi cama; y retomé lo que más disfruto de las mañanas: el desayuno.  Antes de la cuarentena, siempre llevaba mi desayuno a la oficina y mientras me organizaba y conversaba con mis amigos, tomaba mi café y comía mi pan.  Era algo que me reconfortaba y marcaba el inicio del día. Hacerlo nuevamente, me genera el mismo resultado.  A pesar de que ya no lo comparto con mis amigos del trabajo, me sigue dando ese empujoncito para iniciar el día.  Las condiciones son diferentes, pero ese café sigue siendo mi manera de engreírme, mi manera de darme ánimos, es “mi momento”.

Hay muchas cosas que han cambiado y hay muchas más que cambiarán, pero nuestra capacidad de adaptarnos al cambio seguirá ahí. Hay días buenos y hay días malos, esto es un sube y baja de emociones.  Por ahora, me hace feliz cumplir con mi lista y tener cierto orden en mí día a día.

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Macarena Rodríguez

 
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