Una pausa para el café

Hace unos años viajé a Suecia y una de las primeras palabras que escuché y pude pronunciar sin dificultad fue la palabra “fika”. La fika se podría traducir como “beber café, comer dulces y hablar” y está profundamente integrada a la cultura sueca. Es un momento durante el día en donde dejas de trabajar para charlar con los compañeros de trabajo y tomar un rico café. Es más, creería que, en algunas empresas es obligatorio.

Lo interesante de este espacio para conversar y tomar un café recién pasado hace una gran diferencia en tu jornada laboral. No hay ningún índice de cafeína o algún indicador que mida el consumo de café per cápita, pero lo cierto es, que éste momento muy simple y delicioso del día implica darte un tiempo para desconectarte del trabajo y regresar para ser mucho más productivo.

Cuando estuve allá siempre les decía a mis amigos que no tenían idea de lo que era el café peruano y siempre les decía que era el mejor del mundo. Los suecos aman su café, pero con ambas experiencias sobre el brazo, puedo decir que no dejaría mi café peruano por nada. Luego de mi viaje incorporé ésta costumbre súper bonita a mis días de trabajo y puedo decir que amo darme ese espacio para mí y mi café. A eso de las cuatro y media de la tarde siempre voy por una taza de café, con una prensa francesa y con algún amigo o amiga que se quiera unir.

En estos días de cuarentena les recomiendo adoptar ésta costumbre, desconéctate por unos quince minutos con tu taza de café en la tarde o a la hora que se te acomode bien y verás una gran diferencia. Date el tiempo y verás como surgen nuevas ideas con los proyectos y tareas que tienes pendiente.

Valeria Terrones

Valeria Terrones

Economista y amante del café peruano

 
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